viernes, 6 de junio de 2014

Como lacrar botellas de vino con lacre sintético


El lacrado del tapón de la botella de vino es una practica usada desde tiempos inmemoriales, para preservar su contenido, tanto para que no entre aire y no se estropee el producto como para que asegurar que ningún rufián ha sustituido su contenido original.

La única problemática que tenia este procedimiento, en la antigüedad, es que el lacre tradicional se rescreajaba al abrir la botella ensuciando la  mesa e incluso podía caer dentro de la botella. Esto se solucionó hace siglos con el uso del lacre sintético, un lacre de composición mas blanda de forma no se resquebrada ni se parte en trocitos, simplemente se rompe en un pieza y se deja agujerear con el quita tapones.

Esta práctica se sigue empleando en nuestros tiempos en dos sectores, el del vinatero artesano que por su pequeña producción no puede permitirse un encapsulado industrial, y el del gran productor que quiere distinguir una serie de su productos de mayor calidad.

La apariencia de este lacrado del tapón de la botella con la firma del fabricante o el símbolo de la serie da un aspecto distinguido. El sello de lacre informa al consumidor antes de abrir la botella que el vinatero ha tratado aquella botella que tiene entre las manos con especial mimo y dedicación, no es una simple botella que ha escupido a toda prisa una estúpida máquina. Esto prepara al consumidor a degustar el vino con mayor atención y aumentar asi su disfrute.

Existen dos modalidades de lacrar el tapón de la botella de vino:

El lacrado del corcho.



El lacrado del corcho se efectúa solo sobre la superficie del corcho.

Para efectuar este lacrado al embotellar el vino hay que poner el tapón de corcho 2mm mas hondo que la superficie de la botella. Una vez embotellada toda la serie, con las botellas secas y a temperatura ambiente, se procede al lacrado.

Con pistola de lacre sencilla de barritas, estas por ejemplo: Lacre para pistola, no es necesaria ninguna de las caras pistolas industriales, se introduce una pequeña cantidad de lacre que llene el hueco que ha dejado libre el tapón. Seguidamente se lacra con un sello de lacre de 17mm de diámetro, que como siempre que se lacre una serie, esté frío manteniéndolo dentro de un baso con un cubito de hielo.

Se pueden realizar unas 90 botellas por cada cajita de lacre que cuesta 10 euros.

No usar nunca lacre tradicional, siempre lacre sintético.



El lacrado del cuello o gañote.


El lacrado del cuello o gañote de la botella se efectúa sobre la superficie del corcho y la parte superior del cuello de la botella.

Para efectuar este lacrado, embotellar el vino de la forma habitual. Una vez embotellada toda la serie, con las botellas secas y a temperatura ambiente, se procede al lacrado.

Con un ladrillo de lacre fundido en una cacerola o una cubeta eléctrica si se va a hacer una serie muy larga, se sumerge el cuello de la botella a la profundidad deseada. Se extrae y se sella con un sello de lacre de diámetro 25mm. El sello de lacre frío como en la otra modalidad comentada.

Dependiendo de lo caliente que este el lacre formaremos una capa mas delgada o gruesa de lacre en la botella, si no queremos que regalime el lacre formando lineas, podemos introducir el cuello de la botella en agua para que se solidifique al instante.

Muy importante usar un ladrillo de lacre sintético especifico para botellas de vino, que tiene una consistencia dura pero no se parte y se asiere perfectamente al vidrio, no usar nunca lacre tradicional, ni sintético estándar. Este es el ideal y único que recomiendo: Ladrillo lacre Ref LAD-05.

Se pueden realizar unas 65 botellas por cada ladrillo de lacre que cuesta 7 euros.

De la misma manera se pueden lacrar botellas de cerveza y otros productos, el aceite también, siempre y cuando el embotellador no sea un chapucero y un guarro, y tenga todas las botellas aceitosas, ya algún disgusto me han dado después de realizar un bello sello con racimos de olivas.